LA CASA DE VIDRIO (POESIA SALVADOREÑA)

La casa de vidrio permite un recorrido por el registro de tonalidades que habitó a Claudia Lars, la más importante poetisa salvadoreña. Versos tomados de diversos poemarios están aquí: su vertiente infantil, su vertiente amatoria y su confrontación con los arcanos cósmicos. Ella sabe la altura de su canto, y los siente como una misión por Dios encomendada. Clara es la voz de Claudia, y acude a las palabras y a los arraigos cotidianos. Un circo y un barrilete le hacen soltar el vuelo al mismo ritmo que el amor o la muerte. Por la sangre de su padre irlandés entran en su palabra las heladas islas de niebla y las hadas; y por su madre y su vivencia entran las bellezas y miseria de nuestra patria. Claudia perteneció a un momento en el que la poesía femenina dio grandes luces en América: Alfonsina Storni, Juana de Ibarborou y Gabriela Mistral, de quien fue amiga. En sus cartas, la gran escritora chilena hizo patente su admiración por su homóloga salvadoreña. Lars publicó numerosos libros de versos -Estrellas en el pozo, Canción redonda, Sobre el ángel y el hombre, Nuestro pulsante mundo, entre otros - y un libro en prosa: Tierra de infancia.