OBESIDAD INFANTIL

La obesidad puede prevenirse y en este sentido somos, como adultos, absolutamente responsables de que los niños de hoy no sean obesos en el futuro. Promover la actividad física, el esparcimiento al aire libre, limitar las horas que nuestros hijos pasan al frente del televisor o la computadora, además de inculcarles desde pequeños el hábito de consumir alimentos sanos y naturales son, entonces, los principales objetivos. Colaborar con los médicos en el tratamiento de un niño que presenta un cuadro de obesidad también es fundamental. El entorno familiar y social de un niño con sobrepeso o diagnosticado como obeso debe ser activo participante del tratamiento. Estos y otros temas relacionados se desarrollan en las páginas de este libro que de ninguna manera pretende reemplazar la consulta con el médico, sino que se ofrece como una herramienta para que los padres puean comprender todos los aspectos inherentes a esta enfermedad.