MAR BAJO OTRO CIELO

Un día de noviembre de 1980, acompañado de mi esposa Leticia, partí al exilio en Panamá. Como ocurría entonces a tantos compatrotias, yo también era víctima de la nefasta represión del gobierno salvadoreño de entonces, y ahora obligado al destierro. Todo quedaba atrás. El hogar desintegrado, la dolorosa ausencia de los hijos, los amigos, el desarraigo de todo lo que compatíamos en nuestro país, y la Patria herida, por el poder y las acciones represeivas y antipopulares de los regímenes autoritarios propios de América Latina. Ahora vamos hacia una Patria alterna, la Patria adoptiva. Antes de descender del avión en Tocumen, al verme bogando entre nubes y abajo el mar, la nostalgia comenzó a tenacearme el pecho. Duro aceptar que estos ya no eran ni el mar tranquilo ni el cielo azul que hab´´iamos dejado atrás, en el querido litoral salvadoreño. Aquel era un mar bajo otro cielo. Hoy, este sí es mi mar. Este es mi cielo. Y esta es mi historia